
Pasan los días, las semanas, los meses. Se nos va marchando poco a poco la temporada como un chorro de agua entre las manos de un niño… y no dejamos de tener esa extraña sensación de que en el Almería siguen pasando muchas cosas; demasiadas.
El Almería, como casi cada año, ha cambiado de entrenador a mitad de temporada. Eso ya no es nuevo. Estamos acostumbrados. El puesto de entrenador del Almería no hace aconsejable meterse en una hipoteca a largo plazo; yo siquiera compraría una plaza de garaje.
Pero a eso, ya habitual, hay que unir este año muchas cosas, muchas incidencias más. Está la batalla institucional: lo de los tres puntos, lo de la sanción a Thievy y la ruptura de relaciones entre el club y la Federación. Me cuentan que el presidente le puso las peras al cuarto a Ángel María Villar en una conversación telefónica, en al que hubo palabras mayores.
Una conversación que sucedió antes de lo de Thievy, lo cual refuerza la idea de que la sanción al franco congoleño ha sido una vuelta de tuerca más por parte del ente federativo. Si ello se confirma, se confirmaría también la podredumbre institucional de nuestro fútbol.
Pero además está lo interno. La afición se pregunta cada día qué es lo que le pasa al equipo. Son muchos partidos sin alma, sin gen, sin pujanza, sin garra, sin esa sensación de que ahí abajo hay once tíos partiéndose el corazón.
Yo no tengo duda de que cada profesional busca lo mejor para el equipo, porque eso es justo lo mismo que lo mejor para él mismo. Aunque sólo fuera por egoísmo personal, se dejarían la piel. Pero cunde la sensación de que algo no está conectado entre los encargados de sacar esto adelante. Cada vez escucho a más gente conectándolo. Y la verdad es que, sin saberlo porque no estamos dentro, viendo al equipo jugar, es verosímil.
Ayer, como un reguero de pólvora comenzó a extenderse la posibilidad de que Alfonso García estuviera pensándose poner fin a la era JIM en el Almería. Parece una locura, pero también me aseguran que esa posibilidad todavía no está descartada.
De hecho, ayer los compañeros de La Voz y la Ser, le preguntaron al propio presidente, que respondía que ahora no toca hablar del entrenador, pero no dijo tajantemente que no esté pensando en picarle el billete.
De ser así, volvería a pasar algo más en el club, que posiblemente de lo que esté necesitado es de que pasen menos cosas, de que todo el mundo vaya a lo mismo, que haya sensación de que forman parte todos de la misma cosa y no que en cualquier momento puede saltar uno por la borda.
Bueno, como lo que tienen los rumores es esto, que el paso del tiempo los confirma o los desmiente, en esta semana veremos si pasa alguna cosa. Si de algo estoy convencido es de que, cuantas menos pasen de aquí a final de temporada, será mejor para el club y para el equipo.