VÍDEO BLOG #Minuto92: Una presentación bluf, sin plazos ni presupuesto, algunas dudas legales y la vergüenza de políticos prestándose a conculcar la libertad de prensa

VÍDEO BLOG #Minuto92: Una presentación bluf, sin plazos ni presupuesto, algunas dudas legales y la vergüenza de políticos prestándose a conculcar la libertad de prensa, por Víctor J. Hernández Bru.

Para la afición de la UD Almería, la presentación del vídeo de la Ciudad Deportiva protagonizada por el totalitario ‘Míster Pancarta – Míster Chalé’ y por su amiga la alcaldesa de Almería, ha sido un acúmulo de malas noticias. Por un lado, una presentación sin ningún tipo de plazo y, sobre todo, reconociendo que no hay presupuesto de ejecución, que no tienen nada más que un vídeo bonito que la inteligencia artificial te hace en tres minutos y el reconocimiento que van a centrarse en buscar el dinero, con lo cual no habrá gradas nuevas en el Estadio hasta el verano de 2026, es decir, temporada y media más viéndose el fútbol a 40 metros desde los fondos, después de que algún Premio Nóbel decidiera retirar las gradas supletorias.

El Almería no tiene nada, repito, nada: sólo un vídeo bonito de Inteligencia Artificial y muchas preguntas sobre el dinero, los plazos y los permisos de edificación. Ayer, muchos aficionados mostraban su decepción, sus dudas y su enfado en las redes sociales.

Para mí, todo esto, no restándole importancia, es lo de menos. Hay aspectos mucho más graves. El primero es la vergüenza, la indignidad de ver a los representantes de las instituciones de Almería participar e incluso en un caso protagonizar un acto en el que se conculcaba la libertad de prensa de dos medios de comunicación y el derecho a la información de sus audiencias.

Entre el público, aplaudiendo el lamentable espectáculo de seleccionar previamente qué periodistas podían y cuáles no podían entrar, representantes del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y de la Diputación, felices por participar en un acto en el que el CEO de la UD Almería prohibió, como lleva dos años haciéndolo, la presencia de esRadio Almería y Marcador Radio Almería y, mucho más específicamente, mi presencia. El otro día, un político me decía en una conversación privada que yo practico un periodismo “agresivo”. Y puede que sea verdad. En un entorno de trola, manipulación y mentira bastante generalizada, uso toda mi energía en buscar la verdad que muchas veces los políticos tratan de ocultar, porque me debo a esto, porque amo esto que es mi profesión. Pero eso jamás, en una democracia, puede ser motivo para que alguien decida que ni yo, ni mis compañeros ni nadie perdamos nuestros derechos, el derecho a la libertad de prensa; y que nuestros seguidores pierdan su derecho a ser informados. Quien piensa así, obviamente padece una limitación intelectual tan severa, que le debería privar de ostentar un cargo público. 

Pero hubo alguien que estuvo mucho peor, que dio mucha más vergüenza. La alcaldesa de Almería, que sabía, como mínimo desde el día anterior, que yo tenía prohibida la entrada a dicho acto, accedió a la petición de no emitir su agenda de medios como hace cada día, para que nuestros medios no recibieran una convocatoria al acto, en esto, aconsejada por uno de sus jefes de prensa, el señor Albizu, quien tiene por costumbre repartir dineros públicos de una manera mucho más que discutible y no atender prácticamente nunca a los periodistas que requieren de sus servicios.

Y todo ello para poder co-protagonizar el evento junto al CEO ‘vetador’, al CEO totalitario, al tipo que ha venido a Almería para decidir qué periodistas pueden ejercer su libertad de prensa y cuáles no, en actos en los que la señora alcaldesa es una de las ponentes. Es evidente que la alcaldesa de Almería no ha alcanzado a comprender la trascendencia que tiene para nuestra democracia respetar la libertad de prensa y yo me pregunto si con esa carencia se puede ser alcaldesa.

Gracias a este totalitarismo informativo del que fue cómplice la alcaldesa de Almería y testigos el concejal, el delegado y el diputado de Deportes y la delegada de gobierno de la Junta, nosotros no pudimos hacer la pregunta que todo el mundo se hace; una pregunta muy importante, vital: si la ciudad deportiva ocupa la sexta parte de la superficie de los terrenos vendidos por la Junta de Andalucía, ¿qué es lo que hará Turki con las otras cinco partes? Y si no va a hacer ninguna infraestructura deportiva, ¿a qué precio se le han vendido los terrenos, a precio de equipamiento deportivo o de suelo urbanizable? Y si es a precio de equipamiento, ¿se le va a obligar al jeque a hacer infraestructuras deportivas en las otras cinco partes de dicha superficie?

Como tampoco hemos podido plantear la pregunta, a los presentes, pero sobre todo a la alcaldesa, de si le parece adecuado que el técnico municipal del Patronato de Deportes que firmó el informe positivo para la concesión del Estadio a la UDA sea ahora un empleado de la propia UDA. Como me prohibieron acceder a su comparecencia de este miércoles y por tanto no pude hacerlo, se lo pregunto ahora, señora alcaldesa: ¿A usted le parece esto normal, le parece sano, le parece honesto, le parece legal o le parece que incluso podría suponer algún tipo de irregularidad?

Bien pensado, a lo mejor a todos ellos, a los co-protagonistas y a los testigos aplaudidores, a todo ese conjunto de irresponsables sobadores de lomo que no le dan importancia a estos comportamientos que el señor El Assy comparte, por ejemplo, con personajes históricos como Fidel Castro, Maduro, Chávez, Ceacuescu, Hitler, Mussolini, Franco o el actual rey de Arabia Saudita, les interesa que los periodistas que perseguimos la verdad y requerimos información, no podamos hacer este tipo de preguntas. Ayer, el periodismo, la libertad de prensa y el derecho a la información volvió a ser pisoteado en esta nuestra Almería por el señor El Assy, pero esta vez, con la complicidad de la alcaldesa de Almería y la presencia de representantes de la Junta y la Diputación. Cada uno tendrá que responder por sus hechos, también por éstos.

A todos les pregunto, si mañana acuden ustedes a un establecimiento y en la puerta se encuentran con un cartel de “Prohibido negros”, o “prohibido mujeres”, o “prohibido inmigrantes”, o “prohibido homosexuales”, ¿ustedes entrarían en el recinto sin pudor? Usted, señora alcaldesa, ¿ofrecería una rueda de prensa acompañando al dueño del local? Pues señores, quiero pensar que su intelecto les llega para comprender que es lo que acaban de hacer, no con el dueño, sino con el administrador de una instalación pública en la que ha colocado el cartel virtual de “prohibido periodistas que preguntan o publican lo que yo no quiero escuchar”. Enhorabuena a todos.