El técnico almeriense ha conseguido una permanencia holgada con el filial babazorro pese a que cuando llegó la situación era crítica.
El Alavés B de Molo logró una victoria crucial para sellar la permanencia en Segunda RFEF tras remontar con los goles de Lucas Moura y Ander ante una Real Sociedad C ubicada en zona de descenso y que dirige otro viejo conocido, Óscar Fernández, ex de la UD Almería y de su filial.
Eceizabarrena, antes del intermedio, había adelantado al filial donostiarra en un emocionante derbi vasco que tuvo de todo: goles, un penalti fallado por el conjunto realista y alternativas en el juego. El filial albiazul certificó su objetivo a falta de dos jornadas al encadenar su octavo partido consecutivo sin perder, cuando llegó el técnico almeriense la situación era casi desesperada.
Desde el inicio, ambos equipos se mostraron respeto, aunque sin renunciar a sus propuestas. El Alavés B, con su 4-2-3-1 habitual, intentó llevar la iniciativa, mientras que el conjunto donostiarra optó por esperar en bloque medio y aprovechar las transiciones. Durante la primera media hora, las llegadas se produjeron a cuentagotas, con Lucas Moura y Arzak generando cierto peligro en un par de saques de banda ejecutados por Egoitz, aunque sin mayores consecuencias.
La primera acción reseñable se produjo en el minuto 35, cuando Aimar ganó la línea de fondo por la derecha y puso un centro tenso al área pequeña que no encontró rematador. Los pupilos de Molo fueron creciendo con el paso de los minutos, pero justo antes del descanso, la escuadra realista aprovechó su oportunidad para adelantarse en el marcador. Eceizabarrena, tras una jugada por la banda, controló con tranquilidad y batió a Swiderski con un disparo ajustado al primer palo. Corría el minuto 41.
Molo, de cara al segundo acto, propuso un planteamiento más ofensivo para tratar de neutralizar la ventaja de la Real Sociedad C. El filial babazorro salió decidido, adelantó líneas y cargó con insistencia el área de Zango. Fruto de ese ímpetu inicial llegó el tanto del empate. Lucas Moura, en el minuto 56, aprovechó una buena combinación al borde del área y con un disparo colocado situó el 1-1.
El partido ganó en ritmo y tensión. La escuadra donostiarra dispuso de una oportunidad de oro en el minuto 75, cuando el colegiado señaló penalti tras una falta clara de Tomás Mendes sobre Cabo dentro del área. Eceizabarrena, autor del primer tanto, asumió la responsabilidad desde los once metros, pero Swiderski le adivinó la intención y detuvo el lanzamiento con los pies, evitando el 1-2. Ese momento fue determinante y dio alas al filial albiazul. Los hombres de Molo siguieron insistiendo con balones laterales y jugadas por las bandas y en el minuto 86 llegó el 2-1. Egoitz centró desde la derecha y Ander, que había entrado minutos antes, se plantó solo ante Zango y definió con calidad para completar la remontada con su primer gol en esta temporada. Fue el premio a la ambición de un equipo que no se conformó con el empate y buscó con ahínco la victoria ante un rival en el que debutó Nebreda y que certificó su descenso.
