Tras el 1-2 en casa, los de Rubi están obligados a ganar por dos goles en el Tartiere para pasar a la final del play-off a Primera División
El Almería, utilizando una expresión circense, tendrá que hacer el más difícil todavía en Oviedo para poder seguir en liza en la lucha por el ascenso a Primera División. Después de la derrota sufrida en casa por 1-2 en el partido de ida de las semifinales del play-off, el próximo miércoles, en el encuentro de vuelta, tendrá que ganar por dos goles de diferencia para poder eliminar a su rival y clasificarse, así para la final de la promoción.
Rubi lo decía que la rueda de prensa posterior a la confrontación de este sábado: Será clave adelantarse en el marcador para al menos forzar la prórroga en el Carlos Tartiere. Y con ese firme propósito se viajará a tierras asturianas.
Este domingo la plantilla tendrá entrenamiento, que será más de recuperación, mientras que el lunes y el martes trabajará en sesiones vespertinas en el UD Almería Stadium. Todas serán a puerta cerrada.
El Almería seguirá teniendo bajas importantes a las que se puede añadir Leo Baptistao, lesionado en el partido de ida. De hecho, tuvo que ser sustituido en el minuto 59 y habrá que ver su evolución, aunque el margen de tiempo con el encuentro de vuelta es corto, muy corto. La lucha por el ascenso se ha complicado mucho, pero como dice el slogan de la entidad almerienses, el Almería nunca se rinde.
