Decía ayer Carlos Del Campo, secretario general de la Liga de Fútbol Profesional, que cree y espera que la sanción o no al Almería se sustancie antes de que acabe el campeonato, para no perjudicar a terceros.
Pues amigos, si esto es así, mucho me temo que tenemos que darnos por fastidiados, por no decir otra cosa. Leyendo lo que la FIFA le ha dicha a la Federación Española de Fútbol, sus amenazas contra nuestro ente federativo, el del inefable Villar, no me jugaría yo ni el pelo que cae por la espalda cuando estás en el sillón del barbero a favor de que el Almería conservará sus puntos.
Estando las cosas como están, hace tiempo que me da a la nariz que las mayores opciones de éxito en este caso para el Almería pasan porque los señores del TAS, del TAD, de la FiFA y de la Federación sigan durmiendo al menos hasta el verano. Y ya cuando se despierten, nos quiten si quieren los puntos, si es que se puede empezar la próxima temporada con negativos.
Porque si el caso se resuelve antes de que haya rodado el balón por última vez en esta temporada, mucho me temo que la Federación no se arriesgará a desatar la ira del dragón FIFA. Y a mí personalmente no me gustaría fiar mi vida a la defensa que de mí pueda hacer la Liga de Fútbol Profesional, a la que seguramente el Almería le importará lo mismo que la cría de champiñones en Honolulú.
Las palabras de Del Campo llegaban en La Coruña, en un foro organizado por la propia Liga. Allí fue preguntado por los compañeros periodistas de la ciudad gallega, lo cual viene a ser la prueba más evidente de que este tema no es un asunto del Almería, sino de la Liga en general y de los equipos implicados en el descenso en particular.
El Dépor empieza a ver que sus mayores opciones de salvación pasan por una sanción al conjunto rojiblanco y no sé si a alguien, a estas alturas, le cabe alguna duda de que los gallegos y algún otro equipo van a luchar a muerte porque así sea. Insisto, si hay alguien que tenga dudas sobre esto, le recomiendo fervientemente una relectura de Caperucita, Cenicienta y Blancanieves.
