
Siguen adelante las negociaciones entre el grupo empresarial que pretende comprar la UD Almería, así como otros activos deportivos en la provincia almeriense, y Alfonso García Gabarrón en persona. Pocos en el club, o acaso ninguno, tienen constancia de cómo está evolucionando este tema y, de hecho, en los últimos contactos entre ambas partes hay una palabra que se sobrepone por encima de todas las demás: «silencio».
Por algún factor determinado, la confidencialidad se ha convertido en el elemento clave de la operación y García Gabarron y Cortacero han pactado que no haya ningún tipo de filtraciones con respecto a los movimientos de este tramo final de la venta de la UD Almería.
En principio, está pactado que en los próximos días, emisarios del nuevo grupo propietario visiten Almería y se desarrollen nuevas reuniones con García Gabarrón, para terminar de atar unos flecos que ya están muy avanzados, hasta el punto de que ha habido movimientos económicos.
Pero la ‘operación UDA’ no es la única que se está moviendo por parte de este grupo empresarial, ya que hay otros activos que están en estudio y que podrían acompañar a la compra del club, en el marco de esta operación.
Por ahora, lo único que se puede obtener de ambas partes es ese ‘silencio’, que ambos se han comprometido a cumplir a rajatabla para no poner en compromiso los detalles de la operación, aunque RADIO MARCA ALMERÍA sí ha podido conocer que el propio García Gabarrón estaría muy interesado en el cierre de la operación con el grupo inversor suizo representado por Pablo Cortacero, puesto que la operación también puede tener implicaciones con el resto de sus empresas privadas.