
Aunque no fueron muchos los aficionados que se desplazaron de la UDA hasta Pinatar Arena, sí es cierto que casi todos se vieron sorprendidos por la presencia, al comienzo de la segunda mitad, de un espigado delantero del que no se tenía conocimiento que perteneciese a la entidad rojiblanca y que ni siquiera estaba en la ficha que se había ofrecido antes de disputarse el partido.
El enigma lo aclaró, sobre la marcha, el propio club, que a través de las redes sociales señaló que se trataba de Dani Suárez, delantero que está a prueba durante estos días en la concentración en Murcia. El punta canario, al que se vio muy justo de forma y que duró 30 minutos sobre el campo, cuajó una gris actuación y pudo despedirse oficiosamente de cualquier opción de firmar para la próxima campaña.
Dani Suárez comenzó su trayectoria en el Atlético Gran Canarias, de donde pasó al Atlético de Madrid B por un acuerdo de colaboración entre ambas entidades, aunque en las islas pocos entendieron este movimiento. Con un solo gol en la categoría de bronce hizo las maletas para jugar en el Vecindario y volver a la península las dos últimas temporadas, echando raíces en la Tercera División de Cantabria, primero en el Tropezón y después en el Textil Escudo, con el que ni siquiera acabó la temporada. Una trayectoria cuanto menos peculiar, pero que no le ha impedido gozar de minutos de pretemporada con un Segunda División.