VÍDEO BLOG #Minuto92: Almería tiene un grave problema con los campos de fútbol que el Ayuntamiento debe arreglar ya, por Víctor J. Hernández Bru.
Pues no, no voy yo a linchar a nadie, ni siquiera a buscar culpables, pero sí a poner el foco en un problema que ha terminado por estallar, aunque muchos, y me incluyo yo en esa nómina, hemos intentado que no lo hiciera.
Almería tiene un problema gordo con los campos de fútbol municipales, que el concejal Paco Amizián, el mejor concejal en la historia de Almería, en tiempos de Luis Rogelio como alcalde, dejó hechos al estilo del siglo XXI, para sustituir la cochambre y el tercermundismo deportivo que había hasta entonces, allá por el año 2006, y con su uso concedido a los seis principales clubes de base (que no eran los únicos, pero sí los principales) de aquel momento.
Desde entonces, el fútbol almeriense de base ha tenido un problema importante: que no se ha construido ni un solo campo más en nada menos que 16 años, mientras la ciudad ha crecido notablemente en habitantes, en número de niños que juegan al fútbol y también en clubes.
Tras Amizián, por el Patronato han pasado Juanjo Alonso, María Vázquez y Juanjo Segura, mientras que el bastón de mando de la ciudad pasó de Luis Rogelio a Ramón Fernández Pacheco, hoy consejero, y recientemente a María Vázquez. Insisto, 16 años sin poner en marcha no un solo campo de fútbol nuevo.
El modelo que dejó encarrilado Amizián funcionó, hasta el punto de que los clubes casi lo nombraron hijo predilecto y no me cabe duda de que si se hubiera presentado a alcalde, hubiera arrasado. Pero el tiempo y la falta de instalaciones nuevas han derivado en un problema, ya digo, importante.
La solución del PMD ha sido, en mi opinión, catastrófica, puesto que el retornar la gestión de las instalaciones al propio Ayuntamiento es lo peor que se podía hacer, porque está más que demostrado que un club que tiene concedido el uso del campo tiene muchos más recursos y sobre todo mucha mejor dedicación para su conservación que un ayuntamiento, siempre constreñido por estrictas normativas.
Ha pasado el tiempo y en menos de dos años, la bomba ha estallado y ya tenemos a casi todos (por no decir todos) los clubes que ocupan esas instalaciones en pie de guerra contra el Patronato, contra su director, contra su concejal y ahora también contra el Ayuntamiento, que obviamente no se puede permitir esta guerra y mucho menos a ocho meses de las elecciones.
El concejal y la alcaldesa deben sentarse con los clubes, como lo hicieron el viernes pasado, pero actitud constructiva para arreglar el problema, que ha llegado incluso a que la Federación inhabilite alguno de esos campos por falta de mantenimiento; y sobre todo gobernar y gestionar y no dejar que sean los técnicos municipales los que tomen las decisiones, porque en democracia, quien decide es el político, que es quien está ahí por voluntad popular, aunque se deje asesorar por el funcionario.
Hay tiempo de arreglarlo antes de que sea demasiado tarde, antes de las elecciones; pero la clave no es ésa; la clave es saber si hay voluntad.
