
VÍDEO BLOG #Minuto92: Un Almería sin ‘Power Horse’… y sin otras muchas cosas más, por Víctor J. Hernández Bru.
Hace mucho tiempo que no pronuncio el término ‘Power Horse’. De hecho, sólo he llamado así al estadio del Almería unas pocas veces, al principio de su contratación como patrocinador oficial y denominación del recinto deportivo. Obviamente, y por mucho que le molestó a los señores de Marca y Radio Marca, yo no iba a colaborar en difundir el patrocinio de un estadio al que el capricho de un CEO con ínfulas de jeque me tenía y me tiene prohibido el acceso.
Lo empleo ahora, una vez que ha dejado de ser patrocinador del club, para constatar una vez más el desastre mayúsculo que es la gestión de la entidad deportiva rojiblanca. Sí, sé que es lógico que un patrocinador internacional como Power Horse se marche si el equipo desciende de categoría, pero la realidad es que ni siquiera el poderío del dueño del club y su evidente influencia en el deporte internacional y en el consumo de productos en su país han podido evitar la fuga.
¿Y por qué? Pues porque todo en la UDA es mentira y el trabajo es una quimera. No estaría mal que imagináramos cada uno lo que podríamos hacer, hasta dónde podríamos llegar gestionando el club propiedad del tipo que manda en el deporte y la cultura, en el entretenimiento como lo llaman ellos, en una superpotencia como Arabia Saudí, que además es una dictadura totalitaria en la que son los jefes los que deciden lo que sí y lo que no.
Podemos imaginar la cantidad de puertas que se abren por el mero hecho de afirmar que uno va de parte de Turki Al Sheikh, la cantidad de empresas para las que lo que vale el patrocinio del estadio es una minucia, migajas, que estarían encantados de invertir ante la sola posibilidad de ir de la mano de quien toma las decisiones en la cultura, el ocio y el deporte en el país árabe.
Y no estaría mal, tampoco, imaginar a qué se ha dedicado Mohamed El Assy en el proceso de renovación del patrocinio de Power Horse o, en caso de ser imposible retenerlo, en el trámite de buscar un sustituto para la enseña del ‘caballo poderoso’. ¿En serio nadie ha hecho nada para conseguir que, al día siguiente de conocerse la baja de Power Horse, hubiera ya una firma, poderosa y prestigiosa, para ser anunciada como sustituto?
Y, ya puestos a imaginar, es muy sencillo ponernos en la situación de qué sería de la UD Almería, en manos de Mohamed El Assy y su equipo, de no tener detrás el bolsillo, el taco, la matraca, el pulmón y el hígado, el poderío económico de Turki Al Sheihk. Contando con todo ello, la UDA se ve, tras cinco años, de nuevo donde estaba, en Segunda División y sin patrocinador para el Estadio de los Juegos Mediterráneos, tras haber sido el equipo que más pasta se ha gastado de toda Primera División. En serio, ¿os imagináis dónde estaría el club de contar con un presupuesto, qué se yo, de mitad de tabla?