
El equipo rojiblanco entrena a puerta cerrada jugadas de ataque y se marca el objetivo de volver a ver portería con más facilidad ante el Cartagena.
La UD Almería inició un segundo tramo de la preparación del encuentro ante el FC Cartagena que tendrá lugar el próximo domingo a las 21 horas y en el que los rojiblancos necesitan ganar con cierta urgencia para intentar volver a meter cabeza en los puestos de play off ante un rival desahuciado y que podría certificar su descenso.
Tras dos sesiones abiertas en el Anexo, Rubi se enclaustró junto a los jugadores en el Estadio de los Juegos Mediterráneos donde el equipo se ejercitó con partidos a campo reducido y ensayando jugadas en ataque. La jornada transcurrió con normalidad, con Radovanovic ya al 100% y las únicas ausencias de Chumi, Rachad y Baba.
La UDA vuelve hoy a trabajar en la matinal y el ensayo general será mañana por la tarde, algo ya habitual en un Rubi que siempre que es posible intenta que esa última sesión sea en un horario parecido al del partido. El mensaje durante toda la semana ha sido claro en el sentido de que no haya confianzas ante un rival que ya sumó en su último desplazamiento en La Coruña.
Una de las preocupaciones en la entidad indálica pasa por la posible respuesta del público, ya que la demanda de entradas está siendo escasa y tampoco se espera desplazamiento de la afición rival. La presencia o no de los abonados marcará el estado de la grada.