VÍDEOBLOG #Minuto92: La Liga del Barça y la era de la trola… también en el deporte

VÍDEOBLOG #Minuto92: La Liga del Barça y la era de la trola… también en el deporte, por Víctor J. Hernández Bru.

El Barcelona ha vuelto a ser campeón de Liga. De Liga, Copa y Supercopa, es decir, triplete. Me hace feliz. Nos ha hecho feliz a mí y a mi hijo, aunque lógicamente, a estas alturas y a estas edades, ya no se vive como hace años. Ahora los éxitos de los equipos de uno, del Barça, del Almería, de la selección, de los equipos almerienses en general, se viven y celebran con moderación, con sensatez, con alegría reflexiva, sabiendo que hoy llegan y mañana se van, con felicidad más que nada por la ilusión que causan en mi hijo. Por cierto, como los éxitos del rival se viven con alegría por la sensación que causan en mis niñas, sensación ésta que sí que es absolutamente novedosa.

Que nadie se confunda: me alegro mucho, estoy muy feliz… pero de otra manera.

Pero además, esto, como tantas otras cosas, me da para reflexionar acerca de la sociedad de la trola macabea en la que nos hemos metido, de la que participa todo el mundo, desde el que crea la trola hasta el que la defiende como si fuera su madre, por tal de no reconocer nada bueno del contrario ni nada malo de los propios.

Como suelo decir, vivimos en el momento de la historia de la humanidad con más y mejor acceso a la información, pero en el que estamos peor informados que nunca, gracias a todos los que utilizan todos esos canales para timarnos, para malinformarnos, para manipularnos.

Este Barcelona que ha ganado el triplete, después de que nadie lo haya hecho en muchos años, que ha podido ser cuatriplete de no ser por el pésimo final de partido, los pésimos últimos dos minutos que hizo en Milán, en semifinales de Champions, es el mismo del que se decía, a final de la pasada campaña e incluso a principio de temporada, que estaba en la ruina, que no podría fichar, que no podría inscribir jugadores, que no podría terminar las obras del Nou Camp, que iba a desaparecer.

No es la primera vez. Ya antes se dijo y llegó Xavi y ganó una Liga. Eso ya se ha olvidado, porque después el Real Madrid ganó la siguiente, pero la realidad es que el Barça de la ruina ha ganado dos de los tres últimos campeonatos ligueros, a pesar del sensacional equipo que ha confeccionado su máximo rival, fichando a jugadores de la talla de Bellingham y Mbapé.

Lo dije en su momento y lo quiero recordar ahora: el Barça no iba a desaparecer, el Barça no estaba en la ruina y todos los que lo decían y los que aún lo siguen manteniendo no tienen absolutamente ninguna prueba de ello, no han leído ni un documento que lo atestigüe, no tienen ni idea de contabilidades en organizaciones de ese nivel.

El Barcelona, como el Real Madrid, como el Bayern Munich, como el Inter de Milán, como el United, el City o el Arsenal, incluso como la Juventus, con la que no pudo ni siquiera un descenso administrativo a Segunda, son empresas de tal potencial económico y tal grado de implantación mundial que sería difícil hundirlas incluso haciéndolo a propósito. El Barcelona, como todos los clubes en algún momento, ha tenido momentos complejos, muy complejos últimamente, pero ha estado siempre rotundamente lejos de desaparecer o de la ruina. Y lo peor es que muchos de los que lo decían, lo siguen manteniendo y ahora se apoyan o justifican en que lo de las palancas (que por cierto, fue una genialidad contable y económica) o la inscripción de jugadores se ha hecho fraudulentamente, aunque ni siquiera han llegado a leer la ley en la que se apoyan este tipo de acciones.

Y así seguimos: engañados por muchos, pero sobre todo engañados por nosotros mismos, porque nos interesa creer aquello que nos da la razón y siempre encontramos algún timador que nos proporcione la justificación para no querer saber la verdad.

Por cierto, felicidades a todos los culés, pero sobre todo a mi pequeño culé, por esta sensacional temporada hecha a partir del trabajo sencillo, humilde y de los resultados de la mejor cantera de España, la de Lamine, pero también la de Casadó, la de Fermín, la de Gavi, la de Cubarsí, la de Marc Bernal, la de Gerard Martín, la de Balde…; el triunfo del respeto por el trabajo, que para mí sigue siendo la gran clave de la vida. Ahora, a por otra.