
Alessio Lisci pide «darle muchísimo valor a la entrada en play off», pero los aficionados sueñan con el primer ascenso a Primera División.
Desde tierras burgalesas señalan que una carambola muy factible es todo lo que necesita el Club Deportivo Mirandés para lograr el primer ascenso de su historia a la máxima categoría del fútbol español. La afición rojilla podría disfrutar en su feudo de un hito histórico que poca gente se habría atrevido a vaticinar al inicio de la temporada, a tenor de un ajustado resultado que en la temporada pasada libró al equipo jabato del descenso in extremis.
Una victoria, un empate y una derrota es todo lo que hace falta. Porque a dos jornadas del final de la competición, el equipo mirandesista se encuentra en una meritoria segunda posición que, ahora mismo, le brindaría el ascenso directo a la categoría reina del fútbol español. Una promoción que podría anticiparse si el próximo domingo, 25 de mayo, el CD Mirandés vuelve a imponerse en su fortín, el Real Oviedo empata o pierde contra el CD Tenerife en el isleño Heliodoro Rodríguez López y el Elche CF pierde en casa frente al Málaga CF.
Las cábalas, apuntan desde suelo castellano, son posibles. Y el empuje del que usualmente presume Anduva hace creer a la afición que «sí se puede». No en vano, nunca antes se había llegado ni a rozar el ascenso a la Primera División tan de cerca. Todo ello, gracias a un prodigioso gol en el minuto 90 con el que ayer Tomeo desató la euforia en una Miranda ya muy ilusionada.
Por primera vez en la historia, el CD Mirandés se aseguraba matemáticamente una plaza en el play off. Centenares de seguidores asistían al histórico momento en solitario o en sociedad, desde la intimidad de sus casas o en compañía de otros tantos aficionados que no perdieron la oportunidad de disfrutar del partido en pantalla grande en locales hosteleros, donde el lunes se fue diluyendo en el espíritu del sábado, todavía cerca de las once de la noche.