VÍDEOBLOG #Minuto92: Pendientes de un milagro y escapando, por ahora, excepcionalmente bien, por Víctor J. Hernández Bru.
No se puede estar feliz, porque la eliminatoria se ha puesto tremendamente cuesta arriba y la UDA está pendiente de lo que sería casi un milagro para pasar de ronda. Milagro en el que, por cierto, yo sigo creyendo, como lo he hecho durante toda la temporada, incluso cuando el equipo iba penúltimo y cuando pasó un período cercano a los tres meses sin ganar.
Y de la misma manera que creo en ese penúltimo milagro que nos hace falta, también creo que, a pesar de estar al borde del abismo, estamos escapando muy bien para lo que podría haber sido. La UDA ha entrado en el play off in extremis, reaccionando justo a tiempo a una racha que amenazaba con colocarlo en mitad de tabla; ha aguantado toda la temporada con una de las plantillas más cortas de la categoría por no decir la más corta, ha tenido la enorme suerte de que no se lesione su jugador más determinante y ha conseguido un nivel de salud y ausencia de lesiones más que positivo, a pesar de que en su plantel apenas hay para establecer las mismas rotaciones que sí se han podido permitir el resto de los candidatos al ascenso.
El Almería fue mejor que el Oviedo, especialmente en la segunda parte. Y pudo marcar al menos dos o tres goles, antes de que los asturianos se pusieran por segunda vez por delante. Sin embargo, como el club no quiso fichar un delantero suplente de Suárez en verano ni tampoco en enero, como Rubi estaba tan feliz con su “plantilla corta” y como se quedó más o menos satisfecho con el único fichaje que hubo en verano y el único de invierno, porque él había pedido, según dice, mintiendo, “o Ely o nada”, pues resulta que el encargado de empujar la pelota a gol en las dos ocasiones más claras del partido fue Lázaro Vinicius.
Ahora, sin Suárez, Rubi está pendiente de si el pinchazo que sintió Baptistao durante el partido es o no lesión y, si lo es, tendrá que volver a inventarse una delantera, sin sus dos mayores goleadores. Pero él y el CEO, ‘Míster Chalé – Míster Pancarta’, están felices y satisfechos con lo que tienen: en uno un contrato plurianual por valor de nueve millones de euros y el segundo una vida padre que pagan otros que viven a miles de kilómetros.
Y repito, la situación es tremendamente positiva, para el trabajo de planificación que se ha hecho. Porque el miércoles, el Almería puede encontrarse, no sé, con un penalti en el primer minuto, con la expulsión del rival o simplemente con un gesto de genialidad de Melamed, de Melero o de un Arribas que está espectacular y meterse de nuevo en la eliminatoria.
Para ser un equipo con apenas catorce jugadores de nivel Segunda División, para haber saldado las dos últimas ventanas de fichajes con dos incorporaciones, para haber gastado 52 millones de euros en construir el que fue peor equipo de la historia en Primera durante muchas semanas, para haberse quedado prácticamente con ese mismo equipo para Segunda, para haberse negado a tener un delantero centro suplente de un nivel mínimamente exigible y para estar todo el año en el filo de la navaja, creo que, llegado a este punto, estamos muy bien, pendientes todavía de que un pequeño milagro nos permita subir a Primera División. Yo sí creo.
