
VÍDEO BLOG #Minuto92: Esta Copa no convenía, pero… ¡qué demonios!, por Víctor J. Hernández Bru.
Una vez más, mi opinión sobre el particular que centra estas líneas, este mi primer #VídeoBlog con 48 tacos, puede ser rocambolesca, peculiar, acaso demasiado radical, pero es la que hay. Creo que el Almería está, desde la noche del 6 de enero, donde más le conviene: fuera de la Copa del Rey.
Y no me duele reconocer que el jueves noche, en el Estadio, sentí ardientes deseos de que pasara de ronda, de que se cargara al Elche y que entrar en el bombo para la siguiente ronda. Lo sentía, a pesar de ser consciente de que no le convenía, de que no nos convenía. Es, se me perdonará el símil y si no me da lo mismo, como esas mujeres (hombres en según qué casos) que uno sabe que no le convienen, pero qué demonios, cómo resistirse. Sin embargo, finalmente, haciendo actuar a la materia gris, cualquiera se da cuenta de que lo mejor es dejarlas pasar.
El Almería está de mírame y no me toques, desde el punto de vista físico. El Covid ha pasado por la plantilla dejándola prácticamente arrasada, tocando a casi todos los jugadores y dejando su estado físico como habitualmente este maldito coronavirus deja los cuerpos humanos. Y a ello hay que unir una fatídica plaga de lesiones, que bien parece el resultado de la furtiva mirada de un tuerto, además de la marcha de Sadiq a la Copa de África.
Resultado final: para Rubi, cada lista de convocados que hay que hacer es un puzzle de ésos que el propio Día de Reyes muchos papis regalaron a sus hijos, pero éste con mucho más en juego. Bien es cierto que el técnico decía en sala de prensa que la Copa le podía servir para dar minutos a los que están físicamente tocados para ir recuperándolos, pero a mí me parece que eso es poca cosa en comparación del tremendo daño que hace el tener que preparar dos partidos cada semana y la cantidad de entrenos de los que ello te priva entre semana.
En todo caso, insisto, no es fácil sustraerse a la magia, al embrujo de este Almería, al que ver jugar cautiva y engancha. Ante el Elche, los de Rubi pudieron incluso golear en algún momento del encuentro y, desde luego, jugaron de tú a tú a todo un Primera, con equilibrio en muchos casilleros de la estadística, pero con superioridad amplia de los rojiblancos en otras.
Así, desde luego, aunque a uno le convenga más dejar pasar esas ‘minifaldas balompédicas’, esas piernas eternas y cimbreantes, la verdad es que no es fácil sustraerse a sus encantos… ¡qué demonios!