Mikel Rico no continuará la próxima temporada en la SD Huesca. El jugador vizcaíno, de 37 años, termina contrato el próximo 30 de junio y el club ya conoce desde hace tiempo su determinación. Lo anunció ayer, asegurando que no había decidido si su futuro pasa por seguir jugando al fútbol, aunque contempla la posibilidad, o si colgará las botas. También le gustaría obtener el título de entrenador y hacer uso de él en un futuro cercano. Se trata de uno de los referentes y líderes del vestuario.
El centrocampista ha participado en lo que va de temporada en 23 partidos, en doce de ellos de inicio si bien en la segunda vuelta solo ha sido titular una vez, en la derrota con el Girona. En las victorias ante el Burgos y el Málaga ha gozado de minutos, aunque las llegadas de Timor y Pablo Martínez en el mercado invernal de fichajes le han restado protagonismo. Para la historia, un futbolista que habrá vestido de azulgrana en Segunda B, Segunda División y Primera en tres etapas distintas y que regresó en el verano de 2020 procedente del Athletic Club.
Incorporado 15 campañas atrás, formó parte del plantel del primer ascenso a la categoría de plata en 2008 y, tras un interludio en el Poli Ejido, retornó en 2009 para ser traspasado un año después al Granada. Habrá rondado los 200 choques con el Huesca. Se trata de una de las piezas que terminan contrato al final del presente curso. El resto son Kelechi Nwakali, apartado de la disciplina del club tras su retraso al regreso de la Copa África; Jaime Seoane, Pedro Mosquera y los cedidos (Ignasi Miquel, Pablo Martínez, Lago Junior, Darío Poveda y Adolfo Gaich).
