
VÍDEO BLOG #Minuto92: El camino del ‘B’, por Víctor J. Hernández Bru.
Ha subido el filial de la UD Almería a Segunda División de la RFEF. Y lo ha hecho tras un cambio de modelo implantado después de años de fracasos de este equipo gestor y directivo del club en este objetivo.
Desde principio de temporada, los que andamos cercanos a la actualidad del club y en concreto del filial venimos escuchando testimonios a propósito de que este año se ha trabajado, que se ha confeccionado un equipo de profesionales que entienden de esto, con Ibán Andrés a la cabeza pero con varios almerienses más, con un equipo filial de verdad, con gente joven y la mayoría de ellos con conocimiento del fútbol español y con un entrenador currante, que está al pie del cañón todo el día y que sabe de qué va esto.
Y oyes, además de la alegría y satisfacción por el éxito, que es un doble éxito, porque lo es por el ascenso y porque ahora sólo habrá dos categorías de diferencia entre el primer equipo y el filial, se me ha venido a la cabeza que el filial y la estructura que el club ha creado alrededor del mismo han servido, además de para subir, para mostrar a los señores que dirigen el club cuál es el camino para obtener resultados y no seguir puliéndose el pastizal que cada campaña Turki pone en sus manos.
El camino es el mismo que algunos les llevamos pidiendo que implanten desde hace años, que confíen en los que saben, que contraten a gente con experiencia en el fútbol español para no tener que superar la dificultad de no tener ni idea de cómo funciona éste, que no hagan experimentos con fichajes o, al menos, que éstos supongan un porcentaje muy pequeño de la plantilla.
En fin, que cuando, hace meses, alguien muy cercano al equipo B, alguien de quien en esto del fútbol me fío bastante, me dijo que “la diferencia es que este año sí se ha hecho un equipo filial”, empecé a pensar que, efectivamente, había muchas posibilidades de optar al ascenso; aunque he de reconocer que en ese mismo momento también empecé a pensar por qué ese mismo modelo no se aplicaba a la primera plantilla.
La verdad es que no tengo respuesta para esa pregunta, pero me inclino a pensar que el movimiento económico que supone el primer equipo, tanto para el club como para sus dirigentes principales, debe tener bastante que ver en ello. Habrá que ver si alguien, en el club, es capaz de darse cuenta de que el camino para corregir el dislate que es la gestión de la primera plantilla acaba de ser recorrido por el filial. Tampoco es tan difícil darse cuenta, digo yo.