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#RADIOBLOGMINUTO92, por Víctor J. Hernández Bru.
Durante los dos últimos meses, he ido mutando progresivamente y a albur de los hechos y los resultados, mi visión sobre el trabajo de Pedro Emanuel, de quien hablé maravillas en el primer mes y medio de competición, pero que ocho semanas después me ha llegado a parecer bastante incapaz para sacar adelante el proyecto de elite y ambición de la UD Almería.
Como ayer contaba en este mismo Radioblog, Pedro Emanuel ha firmado unos números intolerables en el último mes, especialmente para el equipo que tiene el segundo máximo presupuesto de la categoría. Pero además, ha exhibido un juego y unas sensaciones de equipo perdido, desorientado, abstraído y capitidisminuido.
Pedro Emanuel ya es historia en la UDA y creo que la medida era lógica, pero sobre todo necesaria.
Sin embargo, empiezo a estar bastante convencido de que el club rojiblanco es, de nuevo, como en la anterior etapa de García Gabarrón, ahora con Turki Al Sheik, un mal lugar para el trabajo de un entrenador.
Un club en el que su director general ve con naturalidad el hecho de bajar al vestuario a abroncar al jugador y a dejar en evidencia al entrenador en el descanso de un partido es un mal lugar para el trabajo de un entrenador; y un club en el que un día el director general amenaza con el despido al técnico si éste no le garantiza el ascenso y, al obtener respuesta negativa, ejecuta su amenaza, no es un buen lugar para trabajar como entrenador.
No cabe duda de que la UDA ha mejorado notablemente con la llegada de Turki y los suyos, tan sólo faltaría: nuestro club viene del pleistoceno deportivo, de las cavernas, de un modelo absoluta y rotundamente amateur como el del presidente García Gabarrón.
Pero poco a poco vamos descubriendo tics e indicios de club antiguo, rancio, de nuevo rico con caprichos que queda muy lejos de aquella imagen de empresas profesional que nos vendieron en verano que venía a gestionar la UDA, esa empresa de Mohamed El Assy, un tipo que ha demostrado no entender ni por asomo cómo funciona un club, un equipo y un vestuario.
Pedro Emanuel no podía seguir al frente del equipo con unos números que, en dos meses, daban ganas de salir corriendo. Sin embargo, espero equivocarme en mi diagnóstico de que parte del tumor que hay que extirpar es el estilo basado en que el dinero lo puede todo, que parece encarnar El Lassy, por delegación de Turki.
